Ads 468x60px

Gracias por tu visita ; )

Equipo básico para la pesca nocturna

domingo, 18 de septiembre de 2011


Muchos pescadores coinciden en señalar que el mejor momento para la pesca en la playa a surfcasting es el de la noche, no sólo porque determinadas especies suelen mostrar una mayor actividad, sino también porque es en estos ratos de oscuridad y silencio cuando mejor se puede “sentir el mar”.

A pesar de todo lo bueno que tiene la pesca nocturna, debemos tener en cuenta que para poder practicarla cómodamente y con seguridad precisaremos contar con toda una serie de requisitos especiales para nuestro equipo.

A continuación hablaremos de cómo debe equiparse correctamente un pescador que desee probar suerte cuando la luz ya se ha ido.

La luz
Evidentemente este es el punto más importante a tener en cuenta a la hora de equiparnos para la pesca nocturna.

Recomendamos sin lugar a dudas las linternas de cabeza también llamadas “de minero”. El motivo es muy claro: necesitamos las dos manos para cargar, preparar, manipular, etc., etc. todo el material, si tenemos una linterna normal de mano ¿cómo vamos a hacer todo esto?

  • Busquemos un modelo orientable, de manera que le permita posicionar el foco de luz allí donde lo necesite en cada momento.
  • Luz concentrada: existen linternas que permiten concentrar el haz de luz en un punto en concreto (muy bueno cuando estamos cebando el anzuelo), o bien abrirlo para abarcar una extensión más amplia (para buscar algún elemento que se nos ha perdido, por ejemplo).
  • Estanqueidad: salpicaduras del mar, lluvia… la linterna estará constantemente expuesta a la humedad, por lo que conviene hacerse con un modelo que nos garantice que esto no será un problema.
  • Hay que procurar que sea cómoda, ten en cuenta que podemos llegar a pasar muchas horas con la linterna en la cabeza, si nos oprime o no se adapta correctamente puede producir dolor de cabeza. En este sentido conviene saber que existen modelos con cinchas anchas y elásticas o ajustables, que ofrecen una mayor comodidad.

Por último y en cuanto a la luz, seguro que en más de una ocasión habéis perdido el cañero pinchado en la arena después de habernos tenido que mover del lugar. La solución para evitar esto es sencilla y económica: colocar unas tiras de material reflectante en el cañero que nos permitan su localización en la más completa oscuridad.

Gusanos luminosos
Por mucha luz que llevemos encima resulta muy complicado divisar el puntal en la oscuridad de la noche salvo que nos encontremos con una jornada de pesca con luna llena.

Son relativamente económicos y muy útiles por lo que no existe ningún motivo por el cual no llevarlos siempre como parte de nuestro material de pesca. Existen diferentes tamaños, y grosores por lo que es conveniente hacernos con unos “portaluminosos” adaptados a nuestra caña.

Su funcionamiento es bien sencillo,al doblarlos producen una reacción química luminosa que nos permitirá tener localizada la puntera sin problema.



El sedal nocturno
El tema del sedal en la pesca nocturna es algo personal, pero conviene saber que existen en el mercado monofilamentos con colores especiales para mejorar su visibilidad en condiciones de escasa luz, pero ¿son estos colores apreciables por los peces?, ¿pueden influir en la consecución de resultados?

Si bien no podemos decir que el pez pueda ver con claridad el color y asociarlo con un posible peligro, lo cierto es que la gran mayoría de los pescadores coincidimos a la hora de señalar que los hilos más efectivos son los transparentes.

Queda a la elección de cada uno plantearse esta opción, es bien cierto que cuando quieren comer...

Algunos puntos a tener en cuenta
Otros puntos a tener en cuenta cuando preparemos el equipo para pescar en la noche:

  • Existen numerosos elementos que pueden ser iluminados: perlas, bul-nabs,, tubos de silicona, vinilos… Pero no conviene “deslumbrar” con demasiada luz que pueda poner sobre aviso a los peces a ver si nos vamos a pasar...
  • Para facilitar la jornada nocturna de surfcasting, procuraremos conocer el lugar donde se va a desarrollar; tener localizados los elementos que puedan “estorbar” y/o producir algún accidente es de gran ayuda para prevenir posibles accidentes.
  • Llevar ropa de abrigo. Por aquí en el cantábrico, incluso las noches de verano son bastante frescas, nunca está de más llevar suficente ropa de abrigo que siempre podremos quitarnos. Sería una pena pasar una mala jornada por no estar correctamente abrigados.

Pesca de la dorada a Surfcasting

viernes, 9 de septiembre de 2011



La dorada es uno de los peces más perseguidos por la mayoría de pescadores deportivos, tanto es así que incluso desbanca a la lubina como reina del surfcasting, en Galicia no es una captura tan habitual como en otras latitudes por lo que hace más fascinante si cabe ir en busca de este astuto espárido. Veremos en este post las principales claves para tentar doradas a surfcasting por estas latitudes.


Conociendo la especie
La dorada pertenece a la orden de los Perciformes y a la familia de los Sparidae (Espáridos). A esta familia también pertenecen otros peces muy conocidos como son el Sargo, la Mojarra, la Herrera, el Pargo, la Breca y la Salema entre otros. Su nombre científico es Sparus aurata., pero comúnmente se le llama Dorada, Cabezona o Zapatilla.

La dorada puede alcanzar unos 70 cm de longitud y un peso que en algunos casos puede superar los 8 kg. El peso depende del sexo, ya que la dorada es hermafrodita; es decir, que nace macho para después transformarse en hembra. Normalmente la mutación tiene lugar al alcanzar 500 g de peso, que suponen el umbral más allá del cual el pez pasa a ser de sexo femenino. Esto explica por qué los ejemplares que superan los 40 cm son todos, salvo rarísimas excepciones, hembras.

Si sois pescadores principiantes o novatos en la pesca de la dorada, podréis distinguirla fácilmente por su inconfundible franja dorada entre los ojos. Tiene también una mancha roja, cuya intensidad varía de un ejemplar a otro, a la altura del opérculo, cerca de las aletas pectorales.


 
Las doradas tienen un cuerpo ovalado, comprimido y alargado hacia la cola, la cual al ser grande, ancha y potente le permite moverse velozmente alternando, cuando es necesario, potencia y sacudidas muy bruscas lo que hace que presenten una lucha titánica una vez que se sienten clavadas por el anzuelo.

La dorada posee lomos de color gris oscuro y costados plateados, el cuerpo está recubierto de escamas muy grandes y visibles. Presenta una cabeza maciza con ojos más bien pequeños. La boca, baja, cuenta con labios carnosos y mandíbulas poderosas. La mandíbula superior está armada de dientes cónicos y diversas filas de muelas particularmente lisas. La mandíbula inferior es parecida a la superior, y se puede decir que es una máquina perfecta de triturarlo todo.

Hábitat y costumbre de la dorada
La dorada es un pez cuya actividad principal es diurna y es más activa con buen tiempo y suele desaparecer cuando se dan bajas presiones, tiempo nublado y fuertes vientos. La dorada suele llevar a cabo su reproducción entre los meses de septiembre hasta mediados de diciembre y provoca que también estén muy activas durante la noche.

Durante su fase juvenil les gusta la compañía de sus congéneres y forman grandes bandadas; pero por el contrario se van haciendo más solitarias con la edad.

Las doradas preferentemente viven cerca de la costa, pero también se pueden encontrar en bajíos mar a dentro y prácticamente en todos los lugares donde roca, vegetación y arena se mezclan. Se desplazan con frecuencia, siguiendo a veces el influjo de la estación, no despreciando las aguas salobres de las lagunas costeras. Entrando a estas por los canales de comunicación, especialmente en los periodos de reproducción, que suele ocurrir entre los meses de septiembre hasta mediados o finales de diciembre.

También se suelen encontrar en las desembocaduras de los ríos, especialmente en primavera y verano por lo que cuando nos planteemos una jornada buscando “peponas” un buen comienzo sería tantear playas con aporte fluvial.

Cómo pescar doradas a surfcasting
La época del año más favorable para la pesca de la dorada es entre primavera y otoño, ya que en invierno se aleja mar adentro hacia fondos de profundidades de hasta 50 m, donde se reúne en grupos. La dorada es un pez que siente mucho el frío, por lo que difícilmente baja a profundidades mayores.

Aunque normalmente la pesca de la dorada se realiza de día, cuando podemos encontrar doradas mayores sería de madrugada. La zonas iluminadas de costa y las noches con luna, serán las mejores. Las aguas deben estar lo mas calma posible y transparentes.

La localizaron de la zona de pesca es una labor que hay que realizar muy meticulosamente, ya que tienen que ser zonas donde la dorada se acerque a la costa lo más posible. El lugar ideal sería una zona de costa rocosa, con bancos de arena cercanos y con gran cantidad de comida para ellas ( erizos, cangrejos, mejillones).

Las cañas como en casi todos los casos se deben poner bastante inclinadas (siempre y cuando podamos), la línea floja con algo de comba y el freno regulado, (es conveniente emplear plomos que no superen los 65-70 g.), normalmente las doradas se clavan ellas solas, pero si por el contrario vemos que nos dan picadas y no se nos clavan, podremos hacer lo siguiente: coger rápidamente la caña, inclinaremos el puntero hacia la superficie del agua, con la línea suelta formando como antes una comba, esperaremos a que vuelvan a tensar, cuando esto ocurra cogeremos la caña la levantaremos con fuerza para poder clavarla.

La dorada, al meterse el cebo en la boca, primero le da vueltas y a continuación lo mastica para después alejarse; así, si nota aunque sea la más leve resistencia, lo deja todo y huye. Una cosa muy importante es acordarse de aflojar el freno ya que la fuerza de embestida de la dorada puede partir la línea.

Apenas oigamos zumbar el freno, agarraremos la caña con una mano, estrecharemos a la caña el hilo con la otra y clavaremos con decisión, tras lo que le dejaremos a la dorada todo el hilo que haga falta para sus envites y carreras con el objetivo de hacer que agote sus fuerzas.
Cuando veamos que ya remiten los cabezazos, comenzaremos a cerrar poco a poco el freno y a recuperar el pez hasta llevarlo a la boca de la sacadera. Si nos encontramos en la playa habrá que tener especial cuidado en los últimos metros, donde rompe la ola, ya que un mal movimiento o un tirón demasiado fuerte puede hacer que el pez con los mismos dientes rompa la línea.

Pescando doradas a surfcasting se utilizan cebos para la dorada tales como la arenícola, el ermitaño, la navaja, la tita y la sardina entera. Es importante, si queremos llegar a capturar la dorada, colocar en el anzuelo los cebos de manera correcta

Material para pescar a surfcasting
Lo normal para la pesca de la dorada es usar cañas para surfcasting de entre 4 y 4,5 m; normalmente de tres tramos y bastante consistentes, con una puntera fuerte, pues deberá aguantar plomos pesados.

En las cañas se montará un carrete muy robusto que lleve nailon del 0,40. También podemos usar, para conseguir lances más lejanos, nailon del 0,22 o 0,25 que soporte alrededor de los 7-8 kilos, al que en la parte final insertaremos un puente de línea de 15 metros que vaya del 0,20 al 0,57, lo que nos permitirá realizar un tiro bastante potente sin peligro de romper la línea.

En cuanto al plomo usaremos el peso, según la caña, de entre 100 y 150 g. Tenemos dos opciones, usar la técnica del plomo corrido, más tradicional, que consiste en insertar la línea madre por dentro del plomo y luego mediante un esmerillón colocaremos uno o dos anzuelos a unos 50 y 100 cm respectivamente.

También podemos usar los bajos de línea que crearemos con anterioridad a la acción de pesca. Consiste básicamente en un trozo de nailon que por un lado engancharemos a la línea madre por medio de esmerillones y por el otro tendremos otro esmerillón para enganchar el plomo. En la parte del medio hay muchas configuraciones aunque como ejemplo usaremos una pensada para especies desconfiadas como es la dorada:


Foto de portada: Iago A. R. Playa de Samil, Vigo

El plomo en el surfcasting

viernes, 2 de septiembre de 2011


Merece la pena dedicar un post especial al plomo de surfcasting: ¿qué modelos utilizar?, ¿cuándo utilizarlos?, ¿cómo?... intentamos dar respuesta a todas estas preguntas

A pesar de su pequeño tamaño y de su escaso coste económico en relación con el resto del equipo de surfcasting, el plomo es uno de los elementos más importantes del equipo en este tipo de pesca desde playa. Tanto es así, que podemos asegurar que de nada servirá disponer del mejor carrete ni de la más sofisticada de las cañas, si después colocamos un plomo inadecuado.



La importancia del plomo en el surfcasting
Por desgracia muchas veces la elección del plomo se deja un poco a la improvisación del momento o, incluso, simplemente a lo que nos puedan ofrecer en la tienda de pesca más cercana... Esto es un gran error.

La misión del plomo en un equipo de pesca es la de lastrar la línea de tal forma que el pescador pueda lanzar el aparejo a una cierta distancia.

Prácticamente todas las modalidades de pesca requieren de algún tipo de lanzado, pero en el Surfcasting este aspecto es crítico. El hecho de hacer llegar el aparejo a un lugar en concreto puede ser la diferencia entre conseguir o no los resultados deseados.

Ni que decir tiene que para conseguir que nuestro cebo entre en el agua justo en el punto que queremos, se precisará de una magnífica técnica de lanzado (la cual se consigue, principalmente, con muchas horas de práctica); pero también es absolutamente necesario que realicemos una correcta selección y colocación de los plomos o plomo que vamos a utilizar... y aquí no pocos pescadores experimentados fallan.



Tipos de plomos
Principalmente hablaremos de dos modalidades de plomos para surfcasting: según su enganche y según su forma.

Así, según su enganche, podemos hablar de dos tipos diferentes de plomos:

Deslizantes: disponen de una pequeña perforación a lo largo de su cuerpo, utilizada para pasar el hilo. De esta forma se mueven libremente por la línea.

Este tipo de plomo suele utilizarse con un aparejo en el que el anzuelo esté colocado en la parte final de la línea, mientras que el plomo se situará entre el anzuelo y la caña.

Fijos: Se atan al sedal mediante una pequeña argolla (que si no tiene un diámetro excesivamente grande hará que el plomo actúe como deslizante).

El aparejo utilizado habitualmente con los plomos fijos lleva el anzuelo colocado entre el plomo y la caña. Además y según la forma del plomo, podremos hablar de los siguientes modelos:

Plomadas esféricas: suelen ser deslizantes, permitiendo un deslizamiento de la línea de forma lateral.
Se utilizan fundamentalmente en fondos planos, teniendo en cuenta que en las zonas rocosas pueden quedar enganchados con cierta facilidad.

Plomadas redondas: llamadas “reloj” o “corona”, podemos encontrarlas con o sin puntas. Utilizados cuando se necesita anclar bien en un fondo de arena o de fango. Tienen el inconveniente de que su especial superficie plana opone una fuerte resistencia al aire, por lo que dificultan bastante el lanzado.

Plomadas cónicas: su especial forma de gota evita los molestos enganches, por lo que pueden ser utilizados en zonas de piedras sin problema alguno.

Plomadas tubulares: deslizantes o fijos, cuentan con la ventaja de ser muy económicos, si bien los atascos son más que comunes.

Plomadas ahusadas: los más utilizados por el pescador deportivo, puesto que su forma aerodinámica permite lanzamientos más largos.

Plomadas tipo pera: muy útil gracias a su gran versatilidad. Sirve para pescar tanto en fondos de arena y como en los rocosos. Tiene el inconveniente de que suele rodar sobre si mismo en el momento en que aparece la corriente.

Plomadas con aletas: especialmente pensados para un buen lanzado, por lo que han sido dotados de esa espectacular forma aerodinámica con aletas que además les sirven para anclarlos en el fondo y conseguir que no opongan resistencia a la hora de recogerlos, al evitar los más que posibles enganches.

Plomos con ganchos: muchos modelos de plomos han sido dotados de estos ganchos que se entierran en la arena, impidiendo que el plomo se desplace. En el momento de recoger, los plomos se repliegan, para no oponer ningún tipo de resistencia. Por ello son adecuados para pescar en fondos de arena, pero también sobre rocas ya que su longitud impide el enganche.

La selección del plomo
Procedemos a continuación a realizar un listado de los puntos más importantes que se deberán tener en cuenta a la hora de seleccionar el plomo adecuado para nuestra pesca:

-Plomo versus aparejo: Por supuesto, lo primero será elegir el aparejo que deseamos colocar en nuestra línea y éste determinará el plomo o plomos a utilizar.

-Empezar poco a poco: para conseguir llegar al plomo adecuado para la pesca y el día en concreto, deberemos realizar varias “pruebas previas”. Para ello no debe importarnos comenzar por montar plomos de unos 90 g. hasta que le vayamos cogiendo el tranquillo a la técnica y, sobre todo, al equipo. A pesar de que empecemos con poco peso (con el cual deberemos practicar mucho), lo normal es que acabemos consiguiendo el equilibrio deseado entre los 115 y los 130 g.

-Capacidad técnica del pescador: la experiencia es un grado y un buen lanzador puede conseguir buenos resultados aunque el plomo no sea del todo el adecuado.

-Capacidad física del pescador: resulta obvio que la fuerza del pescador influye en su capacidad para poder lanzar peso a ciertas distancias.

En relación a los dos puntos anteriores, el pescador debe tener muy presente con qué equipo se encuentra cómodo. Utilizar un plomo fuera de nuestras “posibilidades” sólo servirá para que nos encontremos incómodos, provocando lances, cuanto menos, erráticos.

-Peso del plomo: por supuesto, cuanto más pesado sea un plomo, más costará lanzarlo lejos; ahora bien, debemos tener algo presente: no por montar un plomo de mayor peso ganaremos en distancia, más bien en ocasiones podrá suceder justamente al revés.

-Forma del plomo: ya hemos comentado antes la gran variedad de formas que puede tener un plomo. Dependiendo de una u otra, el plomo se comportará de distinta forma.

-Colocación del plomo: en general, podemos decir que existen dos opciones en cuanto a la configuración del aparejo con respecto a la situación del plomo:

Plomo en derivación terminal: unido al aparejo y aparejo unido a la línea.
Plomo corredizo o intermedio: plomo por cuyo interior pasaremos la línea (por debajo estará el aparejo).

– Acción de la caña: es muy importante que consultemos la acción marcada en las características técnicas de nuestra caña, si bien nunca deberemos tomarlo “al pie de la letra”. Así, si la acción marca 100-200, nunca nos atreveremos a montar un plomo de 200 g., ya que sólo conseguiríamos romper el sedal, el puntero, o ambos, pudiendo provocar incluso serios problemas en la estructura tubular de la caña... tenga en cuenta que emerillones, perlitas, anzuelos y
cebos también pesan (en ocasiones más de lo que pensamos).

– Tipo de fondo en el que queremos pescar. En general podemos hablar de los siguientes fondos:
Arena fina: utilizaremos un plomo con forma de pirámide o de gancho. Este tipo de fondo no suele presentar problemas, por lo que prácticamente es válido cualquier tipo de plomo.

Arena fina entre rocas: el plomo de gancho será adecuado (no si estamos lanzando y recogiendo, puesto que este tipo de plomos se sujeta con fuerza al fondo, por lo que la fuerza necesaria para recuperarlo es muy grande).

Recubierto de algas: plomos de palangre o de lágrima; su especial forma hace que las algas pasen sin engancharse.

Piedras de canto (redondas): plomos de corona o de grapas.

Rocas: plomos de araña.

-El estado de la mar: en ocasiones el movimiento de la mar puede provocar que nuestra línea sea devuelta a la orilla nada más caer al agua; en estos casos debemos utilizar plomos con peso suficiente en función del coeficiente de marea.

Buena idea será asimismo decantarnos por plomadas con elementos de fijación que puedan mantenerlos en el fondo.

– Meteorología reinante: existen factores del clima que pueden influir directamente en la selección de nuestro plomo. Sin duda el más importante es el viento. Si éste hace acto de presencia, sobre todo si lo hace con fuerza, será necesario que elijamos plomos que dispongan de algún tipo de agarre, de tal manera que se “aferren” al fondo. Si por el contrario, el viento apenas sopla, deberemos optar por plomos más livianos.

La caña para la pesca a Surfcasting

Si tienes pensado comprar una caña para pescar a Surfcasting lo primero que debes tener en cuenta es que ésta se va a convertir prácticamente en una extensión de tu brazo por lo que es importante no precipitarse en su elección.

Existen cañas especialmente fabricadas para la práctica del surfcasting y que, por lo tanto, cuentan con unas características especiales que intentaremos aclarar a continuación.

Por supuesto, la que pesca no es la caña, sino la persona. Es importante tener esto en cuenta para no volvernos locos adquiriendo material que muchas veces no necesitamos.

Pero también sabemos que los resultados pueden variar muy mucho si utilizamos uno u otro equipo; por eso es tan importante que a la hora de seleccionar la caña que utilizaremos para la práctica de cualquier modalidad de pesca, tengamos muy claro cuáles son las necesidades y requisitos que debemos exigirle.

Un punto importante a tener en cuenta en la elección de la caña de surfcasting es la especie que queremos intentar pescar, ya que en función de las características de la misma deberemos dar mayor importancia a la potencia de la caña (especies grandes, que opongan una fuerte resistencia) o a su flexibilidad (especies de menor tamaño cuya picada sea menos perceptible).

Por supuesto siempre es recomendable llevar varias cañas en nuestras jornadas de pesca en la playa, dos es un número apropiado teniendo en cuenta la necesidad de vigilarlas y de desplazarse para hacerlo correctamente. Tener tres o cuatro cañas con diferentes características cubrirá casi todas las necesidades que los diferentes escenarios de pesca nos puedan plantear.

MATERIAL
La primera decisión que hay tomar a la hora de seleccionar nuestra caña para el surfcasting es la de elegir el material en que ésta esté realizada. Las opciones principales que tenemos son dos: la fibra de vidrio y el carbono.

El carbono aparece en principio como la opción más adecuada, ya que estas cañas son mucho más ligeras y por tanto más fáciles de lanzar. Además hoy en día este material cuenta con fusiones de titanio y kevlar, dando lugar a cañas que se convierten en auténticas joyas de alta tecnología que resultan un lujo para todos aquellos que las manejan.

El carbono permite además una recuperación más rápida, lo que sin duda también influirá en la calidad de nuestros lances.

Por supuesto el gran inconveniente de estos materiales no es otro que el de su coste, algo más elevado.

La fibra de vidrio es un material surgido en los años 40 del pasado siglo XX, época en la que supuso una auténtica revolución, permitiendo la creación de los novedosos formatos telescópicos.

Al contrario de lo que muchos piensan, la fibra de vidrio aún se utiliza en nuestros días, especialmente para la fabricación de punteros que buscan unas características concretas.

Una caña para el surfcasting debe ser rígida, pero debemos de ser conscientes de que esa rigidez también tiene sus desventajas. Entre todas ellas, la más importante es que se reduce la sensibilidad de la caña hacia las picadas, provocando que algunas resulten imperceptibles para el pescador. Esto hace que muchos se decanten por cañas en cuya puntera se colocan materiales más blandos como la fibra de vidrio, lo que siempre resulta una buena opción.

LONGITUD
La primera premisa que debe cumplir una caña para el Surfcasting es que sea lo suficientemente larga, oscilando sobre los 4,5 metros (con un mínimo de 3,5 m. y un máximo de 5 m.).

De cualquier manera en la elección definitiva de la longitud deberemos tener en cuenta ciertos condicionantes como la propia estatura del pescador, teniendo en cuenta que lo más importante es que nos resulte cómoda a la hora de lanzar.

Otro punto que debemos tener en cuenta a la hora de determinar la longitud adecuada de nuestra caña es el lugar donde vayamos a desarrollar la acción de pesca, puesto que si pescamos desde la orilla de la playa, lo más aconsejable será el uso de cañas largas y potentes, de unos 3,80 a 4,20 metros de largo con una acción de 8 a 10, con las que podremos superar la línea de rompiente. En cambio, si pescamos desde acantilados o rompientes las cañas pueden ser algo más cortas, con el fin de facilitar la maniobra del lance desde nuestro punto de pesca entre las salientes de las piedras.

¿Caña telescópica o enchufable? Lo primero que debemos saber es que ambas opciones son, en lo que se refiere a las características mecánicas, muy similares, permitiéndonos lances muy similares en cualquier caso (siempre y cuando cuenten con el mismo tipo de carbono, la misma acción y la misma longitud).

Si nos decantamos por una enchufable, una de las mayores dudas aparece a la hora de seleccionar los tramos ¿2 ó 3 tramos? Las cañas de dos tramos han irrumpido en el mercado, comiendo algo de terreno a las de 3.

En mi opinión, la mejor opción es la de tres tramos, entendiendo que resulta mucho más cómoda de transportar (una caña de dos tramos tienen una medida desmontada de alrededor de los 2 m., ¿has intentado alguna vez guardarla en un coche?).

Estas cañas de tres tramos suelen llevar aparejada una acción media, muy cómoda y adecuada para la pesca cotidiana en nuestras playas. Nos permiten una pesca fácil, alejada de cualquier tipo de complejidad técnica.

POTENCIA
Si hay algo que destaca en la pesca al surfcasting es la potencia que se necesita para su desarrollo.

Definiremos potencia como la capacidad de una caña para flexionarse hasta el límite de su resistencia (es decir, sin romperse).

Cada caña tiene marcada su potencia en su tramo inicial, expuesta mediante un indicativo de dos cifras que enclavan un rango de pesos (es decir, el baremo de pesos que podemos lanzar con esa caña). De acuerdo con el sistema métrico europeo, vienen expresadas en gramos, pero existen modelos que lo expresan en onzas, en cuyo caso conviene saber que una onza equivale a 28,349 g. (aunque, para simplificar, podemos multiplicar por 30).

Por eso las cañas para esta modalidad de pesca resultan enormemente resistentes, con la finalidad de soportar los grandes pesos de algunas piezas que en alguna ocasión tendremos oportunidad de levantar.

Pero esta resistencia no puede estar, en ningún caso, en contra de la flexibilidad; tanto es así que cualquier experto le dirá que resulta imprescindible que la caña que utilicemos en el Surfcasting pueda flexionarse en toda su longitud.

ACCIÓN
Tal y como hemos señalado, la medida más utilizada en España es la de 4,5 metros, y con una acción de 100 - 200 gramos. Esto es debido a que es el modelo más versátil y que mejor se adapta a cualquier condición de pesca.

A la hora de seleccionar la acción de nuestra caña, deberemos decantarnos entre tres opciones diferentes:

  • Acción de punta (fast): aquella en la que trabajan sólo las partes finales de la caña, es decir, la punta. Este tipo de acción exige una reacción muy rápida, lo que supone un clavado inmediato y preciso. Por todo ello resulta adecuada para lances muy largos y para pescadores que cuentan con una técnica bastante depurada para obtener un buen rendimiento de la caña.
  • Acción media (moderate): aquella de talón firme y parte media de curva progresiva. Son, quizás, las más corrientes por ser adecuada para cualquier tipo de distancia de lance.
  • Acción parabólica (slow): desde el talón la caña se va curvando de manera progresiva en una flexión homogénea. Se trata de un tipo de cañas que trabajan en toda su longitud; permitiendo lanzar plomos de pequeño tamaño a distancias más que aceptables. Requiere que el pescador actúe con cierta anticipación con respecto al momento de la picada, puesto que presenta cierto retraso en el clavado. Es una buena acción para distancias medias, ya que requiere un mínimo esfuerzo para lanzar. Por todo ello resulta sin duda la más adecuada para pescadores noveles.
  • Acción repartición (RIP): este tipo de acción es la preferida por los pescadores más modernos o técnicos. Este tipo de cañas están dotadas de una acción “nerviosa”, resultando realmente complicado controlarlas, por lo que están totalmente vetadas para pescadores principiantes.
ANILLAS
De nada vale comprar la mejor de las cañas de surfcasting si el anillado no es el correcto. Y es que quizás sea esta parte de la caña la que más ha evolucionado con el paso de los años: desde las antiguas anillas de metal, pasando por las de porcelana, las de óxido de aluminio...

Una de las obsesiones de los fabricantes es la de encontrar un material adecuado para la elaboración de anillas resistentes y a la vez ligeras. Así se han realizado experimentos con materiales como el carburo de tungsteno (“wolframio”), un material de dureza similar a la del diamante pero con la desventaja de tener tendencia a la corrosión; también se han desarrollado interesantes derivaciones del cromo, que no han terminado de resultar válidas por oxidarse.

Actualmente la tendencia del mercado es hacia las anillas llamadas monopuente o globo y de cerámica SIC, también conocidas como de rozamiento "0".

Es recomendable que estas anillas sean de gran tamaño, con el fin de que faciliten el paso del hilo, sin imponerle ningún tipo de resistencia.

CRITEROS BÁSICOS DE ELECCIÓN
Resumiendo todo lo anterior en unos cuantos puntos podríamos hablar de unos criterios básicos de elección de nuestra caña de surfcasting:

  • Los pescadores que se están iniciando deberían optar por una caña de tres tramos de acción media.
  • Los pescadores más técnicos disfrutarán más con una caña de dos tramos.
  • En caso de que seas una persona corpulenta y si estás en buena forma física, opta por cañas más largas.
  • Si vas a pescar en una playa de mar muy batida, de grandes olas, también se recomienda que utilices cañas largas.
  • La puntera: si pescas en playas tranquilas, puedes elegir una puntera híbrida, para playas más turbulentas, es preferible una puntera dura.
  • En la elección de la punta también influye la especie que deseemos capturar: para peces de talla media y “recelosos” conviene una puntera híbrida.
  • Ten en cuenta que es importante que la caña sea de buena calidad, pero es mucho más importante que se ajuste a la perfección a nuestras características y necesidades. En este sentido conviene saber que existen modelos que incorporan contrapesos para equilibrarla la caña a nuestro gusto.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
 

Lo más leído

Síguenos en Facebook

Followers

Sidebar One