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Surfcasting: Claves para una pesca selectiva

jueves, 22 de diciembre de 2011

Foto: Daniel Almeida (Recomiendo visitar su blog:  Daniel Almeida Visuals)

¿Cómo podemos llegar a conseguir que en una jornada de pesca a surfcasting sólo entren a nuestros anzuelos determinadas especies y de un tamaño considerable?

Es evidente que podemos seleccionar, al menos en parte, las capturas, mediante nuestra forma de pescar. Pero en una jornada de pesca normalmente no podemos elegir totalmente que peces comerán nuestros cebos, esto depende de muchos factores que hoy veremos en este artículo “pesca selectiva a Surfcasting costero”

Seguramente el asiduo pescador de surfcasting ya conoce las mejores condiciones, estaciones, técnicas y señuelos para seleccionar las diferentes especies que se pueden tentar en nuestros litorales, aunque ya se sabe que la pesca es impredecible y que si hay algo seguro es que no hay una ley absoluta.

Para empezar hay que decir que la principal clave es no perder la paciencia, puede parecer obvio pero hay tantos factores que influyen en la pesca como las mareas, vientos, corrientes, cebos, montajes, especies etc que podemos llegar a desistir al no conseguir resultados, algo por desgracia cada día más habitual en nuestras playas.

Es habitual iniciarse en la pesca al Surfcasting por iniciativa propia, tal vez en vacaciones en esas tardes y noches apacibles de verano. Por lo que generalmente empezamos de cero hasta adquirir poco a poco nuevos conocimientos fruto de la experiencia y la observación de lo que nos funciona y lo que no.

Foto: Florida Memory en flickr


Cebo Grande ande o no ande
Un factor imprescindible para salir de las clásicas pescatas de especies menores que se suelen realizar con montajes múltiples y cebos blandos como los gusanos, coreana etc es la vieja regla, pero no por ello poco efectiva: “Cebo grande ande o no ande”

Recuerdo que de niño solía trocear las cajas de gusanos para cubrir simplemente el anzuelo (lo más pequeño posible), si buscamos grandes piezas esto es lo primero que tenemos que tener claro. Cebos grandes. Es muy interesante en este sentido echarle un ojo al blog de Tanero de pesca de doradas y ver los cangrejos que utiliza como cebo.

Si pretendemos tentar este tipo de peces, hacen falta varias cosas: Una es presentarles un cebo apetitoso y de cierto tamaño, por lo que nos olvidaremos también de los montajes múltiples y redoblaremos nuestra paciencia ya que será habitual recibir muchas menos picadas (todavía) en nuestros montajes.

Dentro de la gran variedad de cebos que podemos utilizar para la pesca, hay algunos que son muy apropiados para los peces grandes, ya sea por su dureza a la hora de aguantar los envites de los peces pequeños, que en muchos casos son los culpables de que en el momento en el que pasa el pez grande cerca de nuestro anzuelo ya no quede ni rastro del cebo que habíamos lanzado al agua, ya sea por su olor o por su volumen.

El pescado azul es un cebo irresistible para los grandes depredadores que tanto se buscan desde espigones y playas. Esta carnada se puede utilizar entera, aunque de esta forma perderemos muchos metros en nuestros lances. Otra forma de utilizarlo y que nos permitirá una pesca más fina si sabemos prepararlo bien es fileteárlo y asegurarlo con hilo de licra.

Dentro de este tipo de cebos estamos hablando de sardinas, colas de caballa, jurel o la propia sardina, muy efectiva a la hora de tentar a lubinas, las reinas de la playa.

Otro cebo todoterreno y que es muy selectivo sobre todo si somos generosos en su racionamiento es el choco sucio, una buena tira de éste será una excelente opción siempre y cuando sea lo más fresco posible.

Dentro de los gusanos, podemos destacar la tita que se puede conseguir en diferentes tamaños. Es el cebo clásico junto con el cangrejo si buscamos doradas. Si usamos titas grandes, se les corta la cabeza y el culo y se estira. Una vez realizada esta operación, se le da la vuelta, se enrolla en una aguja y se envuelve con hilo de licra.

El cangrejo es otro cebo que debido a su dureza es muy selectivo con las capturas, si anzuelamos correctamente y no lo dañamos conseguiremos que sus movimiento sea un factor atrayente extra. Lo mejor para que el cangrejo siga vivo es no pincharlo al montarlo, esto lo conseguiremos con el hilo elástico, o pegamento poniendo el anzuelo en el caparazón.

La navaja y el mejillón con o sin cáscara, es otro cebo habitual en nuestros fondos y que sin duda merece la pena llevar en nuestra nevera. Pues forma parte de la dieta diaria de nuestros peces.

Asegurando las capturas con cebos todoterreno
Si no queremos jugarnos la jornada de pesca a todo o nada es conveniente añadir a nuestra nevera de cebos algún cebo más versátil y por tanto menos selectivo que puede evitar que nos vayamos de vacío.

Dentro de esta categoría la estrella es el gusano americano, ya que tiene un poder de atracción enorme sobre todo tipo de especies.

Por supuesto también está el siempre interesante gusano coreano, que a más de uno sorprenderá por su efectividad. Es algo más blando que el americano, pero con mayor cantidad de fósforo, lo que lo hace un candidato estupendo para pescar por la noche, además siendo un cebo relativamente barato no debemos escatimar en su anzuelado.

Seleccionando las especies
Esto no sólo depende de un único factor, sino que tendremos que tener en cuenta claves que no dependen únicamente de nosotros o de los cebos que utilicemos. Hay factores externos como las mareas, los vientos, épocas del año o condiciones atmosféricas que pueden ser la clave del éxito o fracaso de nuestra jornada de surfcasting.


La importancia de las estaciones
Hay especies que podemos tentar todo el año, como las lubinas y los sargos. Estas especies prefieren aguas movidas e incluso las típicas aguas sucias que se ven después de los temporales o incluso durante éstos.

Hay que especificar que especies como la lubina presentan mayor actividad durante los meses fríos. En el caso de las herreras y doradas suelen empezar a acercarse a nuestras costas a principios de primavera, por lo que en los meses de primavera se podrán realizar las primeras capturas mientras que en los meses calurosos de verano tendremos en cierto modo “mayor seguridad” para encontrarlas. Sin embargo será en los meses otoñales justo antes de que se retiren por un tiempo, cuando tendremos más posibilidades de capturar un gran ejemplar.

Peces como la boga o el besugo, son habituales durante todo el año si el agua está calma y limpia, no será difícil que hagan acto de presencia.


Pero si tenemos la suerte de recibir una gran picada de esas que hacen que nuestro carrete suelte metros sin parar, y después de pelear media hora con nuestro adversario logramos vararlo en la arena. Si esto sucede, la pesca selectiva a surfcasting nos habrá enganchado de por vida.

Los montajes para un surfcasting selectivo
Un aparejo de pesca selectiva deberá renunciar a la idea de pescar mucho en cantidad, opción que, en términos generales, suponen priorizar los plomos corredizos sobre los de plomada fija y los terminales largos rematados por un solo anzuelo frente a las bajos con gametas cortas múltiples. Se trata siempre de buscar la discreción y de eliminar las resistencias que actúen entre el anzuelo y la linea madre, para de este modo favorecer la sensibilidad y el contacto entre el pescador y el pieza.

Materiales
En cuanto a los materiales escogeremos para los bajos siempre fluorocarbono de diámetros discretos entre el 35 y el 45 a poder ser. Yo los utilizo para hacer los bajos y para empatillar los anzuelos del 28 para las gusanas finas y del 30 y 35 para los cebos generosos y pez de piedra.

Los anzuelos os recomiendo negros y de acero inoxidable, para cebos finos tipo gusanas catalana buscando la herrera o similares uso anzuelos largos del 4, del 5 y del 6 dependiendo del tamaño que este tocando, para cebos generosos yo suelo utilizar el 1, el 2 y asta el 3 ya dependiendo el tipo de cebo y como se presente varios factores como el día, lugar donde pesquemos y especie que buscamos.

Por otra parte las plomadas son de uno de los elementos mas cambiables en un montaje, ya que las exigencias de peso y forma suelen variar con frecuencia a lo largo de la jornada de pesca y plomar adecuadamente es necesario para lograr el funcionamiento de nuestro montaje.

Cambiando la forma de pensar
Tras varias horas sin picadas es fácil que lleguemos a desesperarnos, puede que no aguantemos la larga espera que separa al pescador de surfcasting de la inesperada pieza. Es probable que el aficionado impaciente cambie el cebo selectivo por el chambel entretenido...pero si conseguimos una, y digo sólo una captura de este tipo...quedaremos enganchados para siempre.




Los mejores cebos para la pesca de la dorada a Surfcasting

martes, 20 de diciembre de 2011


La dorada, junto con la lubina, es uno de los peces más desconfiados de los que podemos tentar pescando a Surfcasting. La elección correcta del cebo así como una buena presentación son dos de las cosas más importantes cuando queremos conseguir capturas de cierto tamaño.

En este post vamos a hacer un repaso de los mejores cebos para pescar doradas a surfcasting y veremos algunos consejos para anzuelar correctamente cada cebo con el fin de incrementar el número de clavadas. Si esta parte ya la conoces también puedes visitar el post: Cómo pescar doradas a surfcasting que preparamos el mes pasado.

Los mejores cebos para la Dorada:

La dorada admite una amplia gama de carnadas que incluye muchos invertebrados, sobre todo moluscos y crustáceos. También se muestra muy golosa con todo tipo de anélidos o con la gusana llamada “tita” Además, como casi todos los espáridos -en mayor o menor medida- disfruta con el marisco. Veamos una a una que posibilidades tenemos:

Mejillón:

Se hace añicos la concha con una piedra y luego se extrae la carne con la ayuda de una navaja o cuchillo pequeño, procurando quitar los ligamentos que la mantienen unida a la concha. Luego se pone la carne en el anzuelo pasando este último un par de veces por la parte más dura de aquella, que es la blanca. Se toma después otro mejillón y, con la navaja, se le abren las valvas lo mínimo necesario para hacer pasar entre ellas el anzuelo antes cebado con sólo la carne. Luego se cierran y se atan con una decena de vueltas de hilo elástico.

El mejillón constituye desde siempre el cebo más apreciado por la dorada, lo que queda patente por el hecho de que, cuando consigue penetrar en un criadero, se los come de manera voraz.

En nuestro caso la dorada cogerá el mejillón cerrado por la parte de la punta, lo hará añicos lo dejará caer sobre el fondo para luego volvérselo a meter en la boca y masticarlo. Está claro, pues, que deberemos proceder al clavado al segundo toque.

Cangrejo:

Los cangrejos también son un cebo excelente para pescar doradas. No importa de qué clase sean, aunque personalmente me decanto por el cangrejo común, también llamado verde.

Los podremos ir a buscar entre las algas de la zona de playa donde rompen las olas, sirviéndonos de un retel y un par de sardinas. Conviene consultar la legislación de la zona, para saber si es posible recolectarlos y en qué cantidad.

Busquemos ejemplares no demasiado grandes para montar enteros. Se conservan en un cubo con un poco de agua o incluso en seco sobre algunas algas húmedas.

Para anzuelarlo correctamente, lo mejor es no matarlo (muerto también pican, pero tendrá menos poder de atracción) así que debemos encarnarlo procurando no herirlo. Para esto existen varias formas de hacerlo.

La más sencilla pasa únicamente por amarrarlo con una gomita o hilo elástico que podemos adquirir en cualquier mercería. También podemos prender el anzuelo atravesando el punto en el que las patas anteriores se unen con el cuerpo del animal (Para esto conviene extirpar previamente las patas), pero esta forma no garantiza una sólida sujeción y corremos el riesgo de herirlo gravemente.
Otra manera, consiste en secarle el caparazón y pegar allí el anzuelo valiéndose de unas gotitas de pegamento rápido y extra fuerte.
Así puesto, el anzuelo será confundido por la dorada con una de las patas del cangrejo y no pondrá reparos en comérselo, primero aplastándolo y luego engulléndolo. Cuando, por último, intente alejarse, será el momento de clavar. Y este quizá sea el punto débil de este cebo ya que se suelen perder muchas clavadas, encontrándonos con el cangrejo totalmente destrozado o directamente con el anzuelo limpio, sin rastro de nuestro adversario.

Arenícola:

También llamada lombriz de tierra. Al ser un gusano muy frágil, habrá que emplear un anzuelo de aguja cuya caña sea muy delgada, lo que supone correr cierto riesgo en cuanto a resistencia, de hecho la dorada, con su volumen, consigue enderezar sin problemas anzuelos bastante más fuertes.

Se anzuela de manera que forme un mechoncito que deberá tapar totalmente el anzuelo. Normalmente se usan lo que se denomina aguja de cebar y consiste en introducir previamente la lombriz en la aguja para después, insertando la punta del anzuelo en un extremo, traspasar todo el gusano al anzuelo y parte del hilo.

La arenícola que generalmente la encontramos en la tienda y nos la proporcionan con serrín. Puede conservarse dentro de una caja de polietileno con poca agua, que tendremos la precaución de cambiar a menudo.

Ermitaño:

Ante todo deberemos procurárnoslo directamente por medio de los barcos pesqueros (que se los encuentran en las redes) o en la pescadería.

Para su conservación basta ponerlos en un cubo con poca agua, que deberemos cambiar a menudo ya que pronto se ensucia.

La dorada, a pesar de su poderosa dentadura, no muerde la concha del ermitaño porque contiene actinia, que le irrita la boca. Deberemos romper con un martillo la concha, evitando lastimar el cuerpo del crustáceo, Luego lo pasaremos por el anzuelo, tras haberle quitado las dos pinzas anteriores, atravesándole el abdomen hasta el punto en que empieza la cabeza.

Navaja

Podemos utilizar las que encontraremos en la playa tras una gran marejada o bien, a falta de estas, comprarlas en la pescadería. Para utilizarla de anzuelo abriremos las valvas y extraeremos la parte carnosa del interior, por la cual pasaremos una aguja de cebar y daremos varias vueltas de hilo elastico para evitar que se salga durante el lance. Después pasaremos al anzuelo con cuidado y terminaremos la, operación dejando el anzuelo en el pie musculoso.

Si la navaja no es fresca, es mejor haberla tenido un par de días en sal con lo que conseguiremos que este más dura y no hará falta hilo elastico para el lance.

La navaja junto a la tita es, sin duda, uno de los mejores cebos para la pesca de la dorada.

Tita

Nos serviremos de una aguja de cebar, que no tenga punta, para intentar atravesar el gusano, por la probóscide, intentando que no se escape el líquido por el que está compuesto, después pasaremos el hilo por el interior de la aguja (por la parte donde no está el anzuelo) para que al retirar la aguja que dentro del gusano. Bajamos la tita para que cubra el anzuelo de aproximadamente el nº4. Si la tita es muy grande podremos también abrirla y usar trozos de la misma como si de chipirón se tratase.

Podemos conseguir titas en las tiendas de artículos de pesca, normalmente en cajas con unos trocitos de algodón humedecidos o piedrecitas. Pueden ser de color marrón o de color rosado.

Evitaremos comprarlas congeladas.

Sardina

Habrá que utilizar un bajo de línea muy especial que lleve, en la parte superior del anzuelo final, otros tres colocados a una distancia de unos 4 cm el uno del otro.

Se ha de clavar el anzuelo en una branquia de la sardina, mientras que los otros tres se introducirán en el cuerpo. Luego efectuaremos dos nudos de nailon en torno a la cola para que los anzuelos no puedan salirse del cuerpo durante el lanzamiento. Para el bajo de línea podemos utilizar nailon del 0,25 armado con anzuelos del nº4 o del nº 6.

La compraremos un día antes en la pescaderías y le echaremos abundante sal para que endurezca, o la podemos comprar en la tienda de pesca donde nos la proporcionan ya salada.
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