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Pesca de la dorada a Surfcasting

viernes, 9 de septiembre de 2011



La dorada es uno de los peces más perseguidos por la mayoría de pescadores deportivos, tanto es así que incluso desbanca a la lubina como reina del surfcasting, en Galicia no es una captura tan habitual como en otras latitudes por lo que hace más fascinante si cabe ir en busca de este astuto espárido. Veremos en este post las principales claves para tentar doradas a surfcasting por estas latitudes.


Conociendo la especie
La dorada pertenece a la orden de los Perciformes y a la familia de los Sparidae (Espáridos). A esta familia también pertenecen otros peces muy conocidos como son el Sargo, la Mojarra, la Herrera, el Pargo, la Breca y la Salema entre otros. Su nombre científico es Sparus aurata., pero comúnmente se le llama Dorada, Cabezona o Zapatilla.

La dorada puede alcanzar unos 70 cm de longitud y un peso que en algunos casos puede superar los 8 kg. El peso depende del sexo, ya que la dorada es hermafrodita; es decir, que nace macho para después transformarse en hembra. Normalmente la mutación tiene lugar al alcanzar 500 g de peso, que suponen el umbral más allá del cual el pez pasa a ser de sexo femenino. Esto explica por qué los ejemplares que superan los 40 cm son todos, salvo rarísimas excepciones, hembras.

Si sois pescadores principiantes o novatos en la pesca de la dorada, podréis distinguirla fácilmente por su inconfundible franja dorada entre los ojos. Tiene también una mancha roja, cuya intensidad varía de un ejemplar a otro, a la altura del opérculo, cerca de las aletas pectorales.


 
Las doradas tienen un cuerpo ovalado, comprimido y alargado hacia la cola, la cual al ser grande, ancha y potente le permite moverse velozmente alternando, cuando es necesario, potencia y sacudidas muy bruscas lo que hace que presenten una lucha titánica una vez que se sienten clavadas por el anzuelo.

La dorada posee lomos de color gris oscuro y costados plateados, el cuerpo está recubierto de escamas muy grandes y visibles. Presenta una cabeza maciza con ojos más bien pequeños. La boca, baja, cuenta con labios carnosos y mandíbulas poderosas. La mandíbula superior está armada de dientes cónicos y diversas filas de muelas particularmente lisas. La mandíbula inferior es parecida a la superior, y se puede decir que es una máquina perfecta de triturarlo todo.

Hábitat y costumbre de la dorada
La dorada es un pez cuya actividad principal es diurna y es más activa con buen tiempo y suele desaparecer cuando se dan bajas presiones, tiempo nublado y fuertes vientos. La dorada suele llevar a cabo su reproducción entre los meses de septiembre hasta mediados de diciembre y provoca que también estén muy activas durante la noche.

Durante su fase juvenil les gusta la compañía de sus congéneres y forman grandes bandadas; pero por el contrario se van haciendo más solitarias con la edad.

Las doradas preferentemente viven cerca de la costa, pero también se pueden encontrar en bajíos mar a dentro y prácticamente en todos los lugares donde roca, vegetación y arena se mezclan. Se desplazan con frecuencia, siguiendo a veces el influjo de la estación, no despreciando las aguas salobres de las lagunas costeras. Entrando a estas por los canales de comunicación, especialmente en los periodos de reproducción, que suele ocurrir entre los meses de septiembre hasta mediados o finales de diciembre.

También se suelen encontrar en las desembocaduras de los ríos, especialmente en primavera y verano por lo que cuando nos planteemos una jornada buscando “peponas” un buen comienzo sería tantear playas con aporte fluvial.

Cómo pescar doradas a surfcasting
La época del año más favorable para la pesca de la dorada es entre primavera y otoño, ya que en invierno se aleja mar adentro hacia fondos de profundidades de hasta 50 m, donde se reúne en grupos. La dorada es un pez que siente mucho el frío, por lo que difícilmente baja a profundidades mayores.

Aunque normalmente la pesca de la dorada se realiza de día, cuando podemos encontrar doradas mayores sería de madrugada. La zonas iluminadas de costa y las noches con luna, serán las mejores. Las aguas deben estar lo mas calma posible y transparentes.

La localizaron de la zona de pesca es una labor que hay que realizar muy meticulosamente, ya que tienen que ser zonas donde la dorada se acerque a la costa lo más posible. El lugar ideal sería una zona de costa rocosa, con bancos de arena cercanos y con gran cantidad de comida para ellas ( erizos, cangrejos, mejillones).

Las cañas como en casi todos los casos se deben poner bastante inclinadas (siempre y cuando podamos), la línea floja con algo de comba y el freno regulado, (es conveniente emplear plomos que no superen los 65-70 g.), normalmente las doradas se clavan ellas solas, pero si por el contrario vemos que nos dan picadas y no se nos clavan, podremos hacer lo siguiente: coger rápidamente la caña, inclinaremos el puntero hacia la superficie del agua, con la línea suelta formando como antes una comba, esperaremos a que vuelvan a tensar, cuando esto ocurra cogeremos la caña la levantaremos con fuerza para poder clavarla.

La dorada, al meterse el cebo en la boca, primero le da vueltas y a continuación lo mastica para después alejarse; así, si nota aunque sea la más leve resistencia, lo deja todo y huye. Una cosa muy importante es acordarse de aflojar el freno ya que la fuerza de embestida de la dorada puede partir la línea.

Apenas oigamos zumbar el freno, agarraremos la caña con una mano, estrecharemos a la caña el hilo con la otra y clavaremos con decisión, tras lo que le dejaremos a la dorada todo el hilo que haga falta para sus envites y carreras con el objetivo de hacer que agote sus fuerzas.
Cuando veamos que ya remiten los cabezazos, comenzaremos a cerrar poco a poco el freno y a recuperar el pez hasta llevarlo a la boca de la sacadera. Si nos encontramos en la playa habrá que tener especial cuidado en los últimos metros, donde rompe la ola, ya que un mal movimiento o un tirón demasiado fuerte puede hacer que el pez con los mismos dientes rompa la línea.

Pescando doradas a surfcasting se utilizan cebos para la dorada tales como la arenícola, el ermitaño, la navaja, la tita y la sardina entera. Es importante, si queremos llegar a capturar la dorada, colocar en el anzuelo los cebos de manera correcta

Material para pescar a surfcasting
Lo normal para la pesca de la dorada es usar cañas para surfcasting de entre 4 y 4,5 m; normalmente de tres tramos y bastante consistentes, con una puntera fuerte, pues deberá aguantar plomos pesados.

En las cañas se montará un carrete muy robusto que lleve nailon del 0,40. También podemos usar, para conseguir lances más lejanos, nailon del 0,22 o 0,25 que soporte alrededor de los 7-8 kilos, al que en la parte final insertaremos un puente de línea de 15 metros que vaya del 0,20 al 0,57, lo que nos permitirá realizar un tiro bastante potente sin peligro de romper la línea.

En cuanto al plomo usaremos el peso, según la caña, de entre 100 y 150 g. Tenemos dos opciones, usar la técnica del plomo corrido, más tradicional, que consiste en insertar la línea madre por dentro del plomo y luego mediante un esmerillón colocaremos uno o dos anzuelos a unos 50 y 100 cm respectivamente.

También podemos usar los bajos de línea que crearemos con anterioridad a la acción de pesca. Consiste básicamente en un trozo de nailon que por un lado engancharemos a la línea madre por medio de esmerillones y por el otro tendremos otro esmerillón para enganchar el plomo. En la parte del medio hay muchas configuraciones aunque como ejemplo usaremos una pensada para especies desconfiadas como es la dorada:


Foto de portada: Iago A. R. Playa de Samil, Vigo

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